A lo largo de la historia, todas las civilizaciones han recurrido a las propiedades de las plantas, utilizándolas para acciones terapéuticas, culinarias y para cuidados de belleza.
La aromaterapia consiste en el uso de aceites esenciales y vegetales que se extraen de flores, hierbas, árboles y plantas a través del proceso de destilación por arrastre de vapor, sin uso en ningún momento de solventes químicos, o por presión de las cáscaras en prensa hidráulica en el caso de los cítricos y por primer prensado en frío en los aceites vegetales (aceite de oliva, nuez de macadamia, sésamo, nuez de albaricoque, almendras dulces, avellana, jojoba…)
Sus propiedades, capaces de difundirse a través de la piel, relajando la musculatura, facilitando la eliminación de toxinas, desinflamando, descongestionando, calmando el dolor… y a través del olfato proporcionándonos diferentes sensaciones y emociones que nos ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo, disminuir el estrés, aumentar nuestra concentración…
El masaje aromaterapéutico es un momento único de bienestar, que conecta y aumenta nuestra consciencia corporal fusionando el tacto con los aceites esenciales.